Un Tipo de Adoración Único

Recientemente tuvimos el privilegio de compartir nuestro ministerio con la Graham United Methodist Church en Rice, Minnesota. Después de nuestra presentación, sucedió algo realmente especial: ¡todos se quedaron para la hora de confraternidad! Es raro hoy en día ver a toda una congregación reunirse y conectar, ¡y mucho menos por más de dos horas!

Tuvimos la bendición de sentarnos a la mesa donde nuestros nuevos amigos comenzaron a compartir historias milagrosas de sanación y redención en sus propias vidas. No pudimos evitar sentirnos maravillados por la poderosa obra de nuestro Padre de tantas maneras y en tantas vidas. Fue una lección: simplemente sentarse y hablar de lo bueno que es Dios puede ser una profunda forma de adoración. Estos momentos de conexión y testimonio compartido son lo que nos impulsa mientras viajamos y servimos.

En este viaje relámpago a Estados Unidos, no solo buscamos apoyo económico, sino que también agradecemos a las iglesias, familias e individuos que con sacrificio donan para ayudarnos a llevar el Evangelio a los jóvenes de Honduras. Más que nada, anhelamos conectarnos con Dios y su pueblo. Experiencias como la que tuvimos en esta pequeña iglesia en la zona rural de Minnesota nos ayudan a sentir esa conexión y nos impulsan a seguir adelante.

En Honduras, nos entregamos de corazón al ministerio. Pero es el amor y el apoyo del Cuerpo de Cristo lo que nos sostiene en esta labor. Hemos sido recibidos con generosidad en hogares, iglesias y campamentos, y hemos vivido momentos verdaderamente especiales como el que compartimos en la Graham UMC. Nos vamos de Minnesota renovados y animados, sabiendo que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. El poder de la comunión y la adoración compartida es un don que perdura, y estamos muy agradecidos por la oportunidad de experimentarlo de primera mano.

La pastora Cassi Betker y su esposo, Steve, nos invitaron a compartir la obra de Dios en Honduras en la Graham United Methodist. Nos sentimos profundamente bendecidos por ellos y su congregación en la zona rural de Rice, Minnesota.